El fútbol da muchas vueltas. Muchísimas. Tantas que llegados a un punto uno no sabe muy bien cuándo podrá reencontrarse con alguno de sus exequipos o con algún entrenador que por H o por B no haya confiado en él en el pasado.
La historia de Kepa Arrizabalaga (Ondarroa, 3-X-1994) comenzó a escribirse en Lezama, le llevó después a Londres, convertido en el portero más caro de la historia del fútbol con motivo de los 80 millones de euros que pagó el Chelsea por él, hizo una escala en su ansiado Real Madrid en la 2023-24, donde jugó cedido, como haría el curso pasado en la filas del Bournemouth, y ahora la continúa escribiendo en la capital inglesa.
Pero en la zona norte, en el Arsenal, con el que hoy podría enfrentarse por primera vez al Athletic, el que se entiende que es su equipo del alma, aunque la historia escrita por él venga a decir lo contrario.
El guardameta de Ondarroa, que lo tenía todo para convertirse en una leyenda rojiblanca, se marchó del club que le formó por la puerta de atrás en agosto de 2018. Eso sí, dejó en las arcas de Ibaigane una cifra récord de 80 millones solo unos pocos meses después de firmar su renovación y tras flirtear con el Madrid en el mercado de invierno. Que no acabara de blanco aquel enero fue por una cabezonería de Zinedine Zidane, pues llegó a pasar incluso reconocimiento médico con el Madrid.
Ahora, cuando se cumplen siete años de su salida del Athletic –se oficializó tal día como ayer pero en 2018–, Kepa se reencuentra con su pasado y por primera vez tendrá la opción real de medirse al equipo bilbaino, aunque sea en un amistoso.
La de esta tarde en el Emirates Stadium será la segunda ocasión en la que el portero se enfrente al Athletic, ante el que se vio las caras durante su cesión al Real Madrid en la temporada 2023-24. Suplente de Andriy Lunin en la cita de la jornada 30, Kepa no estuvo presente en San Mamés en el partido que abrió aquel curso, pues su cesión al cuadro madridista, motivada por la lesión de gravedad de Thibaut Courtois, aún no se había dado.
De este modo, esta tarde estará en condiciones de medirse a varios viejos conocidos, entre ellos su buen amigo Iñaki Williams. Para ello, Mikel Arteta deberá darle minutos, cosa que parece probable, aunque sea saliendo desde el banquillo, un rol que no es nuevo para él, y que ya le ha tocado vivir desde su salida del Athletic.
Sembró dudas en el Chelsea, aunque se mantuvo en la titularidad durante dos temporadas, hasta la llegada de Mendy, quien le relegó al banquillo solo unos meses después de no querer sentarse en él para ser sustituido en un partido. Una imagen que dio la vuelta al mundo. Llegó al Madrid con la vitola de titular, pero algunas dudas y una inoportuna lesión le relegaron a la suplencia por detrás de Lunin. A sus 30 años, encontró el curso pasado en el Bournemouth su mejor versión, lo que le ha valido para fichar hasta 2028 por el Arsenal, donde competirá por la titularidad con David Raya. Con dos Champions y una liga ganadas, hoy se reencuentra con el Athletic.